27 marzo 2018

¡CONCIERTOS DE SEMANA SANTA!

Siguiendo una larga y valiosa tradición, la Orquesta Sinfónica de Cuenca, bajo la batuta del maestro Michael Meissner, Director Titular, con la participación de los reconocidos cantantes líricos Vanesa Regalado, María Augusta Jibaja, Andrés Córdova, Jorge Regalado y los Coros del Conservatorio Superior José María Rodríguez y Polifónico de la Universidad del Azuay dirigidos por María Eugenia Arias, presenta los Conciertos por Semana Santa 2018, este miércoles 28 y jueves 29 de marzo a las 20:00 en la iglesia de Todosantos. La entrada es LIBRE hasta llenar aforo. Este es el repertorio: Réquiem en re menor, opus 48 de Gabriel Fauré y Te Deum en Do Mayor de Antón Bruckner.

 

RÉQUIEM DE GABRIEL FAURÉ Es la partitura más célebre de su autor. Se aparta de la tradición de la gran misa de difuntos en su rechazo de todo carácter operístico y la ausencia de elementos dramáticos que evoquen los terrores del Juicio Final, y busca, por el contrario, una línea expresiva intimista y conciliadora.

Fauré estaba muy familiarizado con la música sacra desde sus estudios en la École de Musique Classique et Reeligieuse de Niedermeyer. En 1877 sucedió a su maestro Saint-Saëns como organista en La Madeleine, convirtiéndose en 1896 en maestro de coro. Su actividad como músico de iglesia duró más de cuarenta años (hasta que fue nombrado director del Conservatorio, en 1905. Fauré, contó con los medios disponibles en La Madeleine, un coro de voces blancas (con un niño soprano en el Pie Jesu), una pequeña formación orquestal y escribió una importante parte para órgano.

Los primeros seis movimientos del Réquiem se dividen, a su vez, en dos secciones, y el último (In Paradisum, cuyo texto, al igual que el del Libera me que lo precede, no pertenece a la misa de difuntos, sino al ritual del entierro) constituye un seráfico postludio. Entre estos dos bloques tonales encontramos el Sanctus y el Pie Jesu.

 

TE DEUM DE ANTÓN BRUCKNER Compuesto entre 1881 y 1884 al mismo tiempo que la Séptima Sinfonía. Esta es la obra donde Bruckner mejor confirma la maestría de su lenguaje musical, la vivacidad y fuerza de su ferviente fe. Tiene cinco partes: Te Deum; Te, ergo quæsumus; Æterna fac; Salvum fac populum; In te, Domine, speravi.  Fue estrenado en 1896 en Viena bajo la batuta de Hans Richter y se volvió la obra más exitosa durante la última década de la vida de Bruckner.

Utilizando recursos desde gregorianos hasta altamente románticos, el Te Deum luce un sentimiento triunfal casi bárbaro, sonoridades estridentes y una ruidosa glorificación de Dios, correspondiente a la fe naíf que era la de Bruckner y la teatralidad del espíritu religioso barroco que se halla presente en los monasterios austriacos.

 

DCS ORQUESTA SINFONICA DE CUENCA

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